Aunque el pasar del tiempo ofusque los detalles, la verdad es que la literatura puertorriqueña se ha forjado a grandes rasgos a partir de la concatenación de decenas de pequeños proyectos editoriales. Detrás de los nombres y los sellos, siempre han trabajado particulares que pujan y nadan contra la corriente por cinco, diez, quince, o, como mucho, veinte años antes de agotarse. Por suerte, como si se tratase de una carrera de relevo organizada por entes invisibles, justo antes de que se desplome una iniciativa, aparece otra que toma el batón. Así, casi que por accidente, se ha ido armando, en Puerto Rico, esa extraña institución que es la literatura; y que, en nuestro caso, existe como uno de los pocos archivos o repertorios de las formas que ha tomado el deseo en esta isla. 

El proyecto editorial de La pequeña continúa este extraño ciclo y aposta por la capacidad de la prosa para iluminar el mundo: tanto el que se vivió, como el que se vive y el que está por venir. Busca armar un catálogo en el que lectores y escritores encuentren ficciones y no ficciones  de Puerto Rico, el Caribe, y de Latinoamérica que hagan de lo literario su trinchera.

Recepción de manuscritos

Recibimos manuscritos (cuentos, novela corta, o ensayos y no-ficción) todo el año, pero nuestro periodo de lectura es entre enero y junio. De tener interés, envía una muestra de 5mil palabras, con el asunto “(Título): Para consideración del editorial”, a revistapequena@gmail.com